viernes, 22 de mayo de 2009

MARZO Y ABRIL DEL 2009


Durante el mes de marzo hizo unos días preciosos, aunque el tiempo en abril fue un poco más inestable. Pero ni los días nublados nos han impedido disfrutar en las salidas que hemos realizado durante estos meses:

Pasamos una mañana estupenda en Torrelaguna con el grupo de Alonso Cano, que repetían la visita, ya que el año pasado cayó un diluvio que nos les permitió conocer bien el pueblo. Esta vez lució el sol con fuerza y nos permitió dar un buen paseo después de la visita guiada; casi nadie pudimos resistirnos al pan y los dulces de la tahona de Petri. Yo aproveché a comprar "monas" y huevos de Pascua para el personal de la casa y para mi familia ¡No todo va a ser trabajo!

Con el Club Cultural Iberia visitamos el centro de apicultura de Horche. Fue estupendo comprobar de nuevo la forma en que Goyo consiguió transmitirnos, como siempre, su enorme amor por su oficio, el fascinante mundo de las abejas, con esa manera tan sencilla y apasionada que tiene de hacerlo. Tras "bombardearle" con numerosas preguntas, todos salimos encantados de la visita, cargados con tarros de la rica miel alcarreña que recolecta y envasa con mimo y profesionalidad.

Los grupos del distrito de Salamanca esta temporada optaron por la visita a Brihuega. Quedamos encantados con todo lo que nos ofrece este bonito pueblo de La Alcarria cargado de historia y pleno de monumentos, rincones pintorescos y vistas espectaculares; Olga, como de costumbre, actuó de perfecta anfitriona y nos mostró su pueblo con el rigor y la simpatía que la caracteriza. La visita de Brihuega siempre nos "sabe a poco", aunque la mayoría encuentra tiempo hasta para "escaparse" a hacer compras de miel y dulces. Hizo un día espléndido y la gente, después de disfrutar de la comida, estaba tan a gusto tomando el sol en la terraza o bailando, que no hubo manera de salir a la hora prevista, teniendo que retrasar la merienda y el regreso una hora más.


Bajando a la gruta de Santa María de la Peña



Cuenta la tradición que "el que bebe de cada uno de los caños de esta fuente termina casándose" ¡No fueron pocos(as) los que se animaron a probar!


Con el centro de Ntra. Sra. del Carmen, estuvimos en La Cabrera. Ya nos habían visitado en anteriores temporadas y les habían gustado tanto las visitas culturales que habíamos realizado en otras ocasiones, que no pensaban que fuera posible superarlas. Pero ¡vaya si lo conseguimos!
Subir al convento de San Antonio es una experiencia difícil de olvidar. Descubrir ese lugar tan apacible, escondido entre las majestuosas peñas graníticas de esta sierra, es como toparse con un oasis en el desierto. No sabría decir que impresiona más: la difícil y sorprendente armonía de la dureza de la roca frente a la vegetación del monte y el recoleto y sencillo pero esmerado jardín que rodea el recinto, los olores de las plantas aromáticas ...; el sonido del agua que corre por todas partes, un murmullo constante que apenas rompe el silencio que impera en el lugar; la sorprendente y desconocida joya románica de su pequeña iglesia con trazas de catedral; la paz y el sosiego que nos transmite el Hno. Constantino mientras nos explica los curiosos avatares históricos del conjunto monumental ...
Cuesta abandonar ese lugar tan especial, pero aún quedaban cosas que visitar en el pueblo. El Centro de Humanidades "Cardenal Gonzaga", al pie del "Pico de la Miel" es el mejor sitio para rematar la mañana; un lugar de descanso, con una oferta variada de cultura y ocio, que además nos ofrece la posibilidad de pasear por su moderno jardín de plantas autóctonas. Una visita "redonda" complementada con una comida que gustó a todos y una tarde luminosa para intercalar unos cuantos bailes con un baño de sol primaveral en el mirador de la terraza; el chocolate con picatostes que les gusta siempre tanto, se convirtió, como dicen todos al despedirse, en la "guinda" para una excelente jornada.


Antes de visitar la iglesia románica, el Hno. Constantino nos explica la historia del convento de San Antonio.


El resto de los grupos que nos han visitado en estos meses, algunos por primera vez, otros ya repetidores, optaron por la recurrente "Ruta del Agua". La variedad de paisajes, el enfoque cultural y medioambiental que intentamos aportar a una visita inédita para la inmensa mayoría, consigue despertar en los grupos un interés y un entusiasmo muy especial y a mí personalmente una enorme satisfacción de ver disfrutar a los grupos.

El Mirador de la presa de El Atazar repleto de gente ¿Quién dijo vértigo?

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