Esta primavera se cumple la tercera temporada del "Programa de Mayores". Desde que Manuel y yo nos planteamos poner en marcha este proyecto hasta hoy, han sido muchos los esfuerzos, pero mucho mayores las satisfacciones que nos brinda trabajar con este colectivo.
Recuerdo los preparativos iniciales: redactar un programa atractivo, elegir menús adaptados a los gustos de las personas mayores, organizar las visitas culturales, poner en marcha la primera campaña de difusión del programa ...
Pero sobretodo recuerdo el "miedo escénico" que pasé con los primeros grupos. Yo, que siempre he trabajado en oficinas, que rara vez había tenido que hablar en público, me había adjudicado la labor de encargarme de los grupos, acompañarles durante toda la jornada y, sobretodo durante la visita cultural. ¡Reconozco que al principio me daba pánico hablar por el micrófono en el autobús! Me lo planteé como cuando ha venido mi familia o mis amigos a mi casa; ejercer de anfitriona y hacerlo con naturalidad, intentando que todos se sintieran a gusto, "como en su casa"; transmitirles de la mejor manera posible el interés por el patrimonio natural y cultural que nos ofrecen los alrededores y hacerlo con sencillez, pero con rigor y sobretodo con entusiasmo.
Hemos cometido errores; no contar con ellos o no reconocerlos sería ilógico y será humano seguir cometiéndolos, pero sabemos que también contamos con la comprensión de nuestros clientes, muy exigentes por un lado, pero que saben apreciar las cosas hechas con cariño, dedicación y buenas intenciones.
Nuestra mayor satisfacción es ver disfrutar a los mayores durante todo el día; verles entrar, cuando nos visitan por primera vez, con la lógica incertidumbre de llegar a un sitio desconocido e ir ganándonos su confianza poco a poco, ofrecerles todas las facilidades que están a nuestro alcance ... y ver su agradecida respuesta; el interés que muestran en la visita cultural, atendiendo a mis explicaciones y seguir a los guías locales, algunos con gran esfuerzo y coraje a causa de sus limitaciones físicas; verles disfrutar en la comida con los menús sencillos y caseros que les preparamos, bailar en la sobremesa ¡que envidia me dan!, disfrutar de la terraza -a veces parece una estación de esquí, todos sentados frente al maravilloso paisaje que tenemos el privilegio de poder admirar- y del chocolate con picatostes que tanto les gusta a todos. Pero la mayor satisfacción es verles partir contentos de haber disfrutado de un día agradable y con ganas de volver a visitarnos.
Por todo ello, nuestro agradecimiento a todos los que han tenido que ver con este proyecto y a los que siguen participando para que esta actividad obtenga el nivel de calidad y satisfacción que nos proponemos cada día:
A Fernando, que nos animó y asesoró en su día, para poner en marcha el proyecto. A Elsa, que nos diseñó de forma muy atractiva y profesional el programa para enviar a los Centros. A la Junta Directiva de la Urbanización "Las Colinas", que se entusiasmó enseguida con el proyecto y a los vecinos, que colaboran con su paciencia, cuando interrumpimos el tráfico; a nuestros clientes habituales cuando nos "despistamos" en atenderles con premura cuando estamos más ocupados con los grupos.
A los guías locales y Organismos que nos facilitan información y gestiones respecto a las visitas culturales; en especial a Mónica y Beatriz de Torrelaguna, que diseñaron para nosotros una interesante visita adaptada a los grupos de mayores; a Inés de Cogolludo por su veteranía y entusiasmo que no para de crecer; a Óscar de Guadalajara, por su rigor y profesionalidad, a Elena de Buitrago y Olga de Brihuega, por su simpatía; al Hno. Martín de El Paular y al Hno. Constantino del convento de San Antonio en La Cabrera, por su infinita paciencia; a Goyo, el apicultor de Horche, por el entusiasmo que tiene por su oficio, y la manera que tiene de transmitírnoslo a todos ...
A nuestro personal, que desde el primer momento se ha implicado en el proyecto y pone toda su dedicación y cariño para ofrecer un servicio de calidad.
Nuestro agradecimiento a los Centros de Mayores; a las personas que componen las Juntas de Gobierno y los técnicos socioculturales, que apuestan por conocernos y seguir visitándonos; ¡Gracias por depositar su confianza en nosotros!
Pero, sobretodo, nuestro especial agradecimiento a las personas mayores que componen los grupos, por las ganas de disfrutar de lo que les ofrecemos, porque saben disculpar nuestros errores y limitaciones; por su entusiasmo y simpatía; sus consejos y críticas, las positivas y, sobretodo las negativas, que son las que nos ayudan a mejorar; su colaboración y su afán por querer seguir aprendiendo cosas, compartir sus conocimientos y experiencias ... y enseñarnos a disfrutar de las cosas sencillas ¡Toda una lección de vida!
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